El informe incluye listas detalladas de investigaciones específicas necesarias para avanzar en la comprensión del petróleo en el mar. Aquí se resumen las recomendaciones clave para llenar estas brechas en la investigación.
4.1 Nuevos tipos de combustible y productos de producción petrolífera: se debe evaluar cuidadosamente la eficacia de las diversas técnicas de respuesta y sus oportunidades para responder a los combustibles híbridos, en particular a los combustibles con bajo contenido de azufre y a los productos de yacimientos petrolíferos bituminosos diluidos (dilbit).
4.2 Análisis del ciclo de vida de derrames de petróleo basado en escenarios de respuesta: se requiere una colaboración continua entre científicos académicos, gubernamentales e industriales y profesionales de respuesta para desarrollar un análisis integral, multifacético y realista del destino
y los efectos de las manchas de petróleo desde su inicio hasta su fin en diversos escenarios de respuesta, lo que incluye la atenuación natural controlada. Este análisis debe abarcar todas las posibles variaciones de los escenarios de respuesta ante un mismo evento, a fin de brindar a quienes toman las decisiones una visión completa y exhaustiva de los resultados de las decisiones en cada uno de los escenarios. Actualmente, resulta difícil crear una visión completa y exhaustiva a partir de los resultados de múltiples estudios descoordinados con un enfoque limitado, ya que estos estudios se realizan con diferentes metas y condiciones en mente y no se prestan a una integración fluida
4.3 Riesgos para la salud y la seguridad de los profesionales de respuesta: se debe realizar una investigación sobre los riesgos para la salud y los impactos psicológicos en el personal que participa en diversos tipos de operaciones de respuesta. Esta información debe integrarse en la toma de decisiones de respuesta.
4.4 Herramientas de respuesta y recuperación mecánica: las tecnologías de recuperación mecánica se beneficiarían de las investigaciones dirigidas a mejorar las tasas de encuentro, en específico, el volumen de petróleo que entra a los dispositivos de contención y está disponible para la recuperación, así como la optimización de la eficiencia de una tecnología particular en diversas condiciones medioambientales y escenarios de derrames (p. ej., la recuperación de petróleo sumergido). La recuperación mecánica también debe considerarse un sistema multicomponente que incluye movilización de equipos y recolección, recuperación, almacenamiento, transferencia y eliminación de petróleo. El análisis de posibles retrasos en este sistema en diferentes escenarios de respuesta ayudará a identificar posibles áreas de mejora.
4.5 Herramientas de respuesta y quema en el sitio: la investigación centrada en mejorar la eficiencia y ampliar las oportunidades para la quema en el sitio debe continuar e incluir diversos escenarios, como la quema en barreras convencionales, el uso de pastores, la quema en tierra firme y la quema en condiciones árticas.
4.6 Herramientas de respuesta y dispersantes químicos: se recomiendan esfuerzos continuos de investigación enfocados en aumentar los procesos de dispersión natural mediante el uso de dispersantes químicos, que incluyen nuevas formulaciones y materiales naturales, así como en técnicas de dispersión mecánica para escenarios seleccionados de explosiones en alta mar.
4.7 Herramientas de respuesta en condiciones árticas: si bien se ha logrado un progreso significativo en nuestra comprensión de la aplicabilidad y eficiencia de diversas técnicas de respuesta en condiciones árticas, estos esfuerzos deben continuar, dada la gran diversidad de posibles escenarios de respuesta, así como las nuevas formulaciones de combustibles que pueden encontrarse en esa región.
4.8 Gestión de la fauna silvestre contaminada con petróleo: sería beneficioso realizar más investigaciones sobre los impactos a largo plazo, las tasas de supervivencia y el retorno a la función normal de los animales tratados y liberados para perfeccionar los métodos de gestión de la fauna silvestre contaminada con petróleo.
5.1 Mecanismos físicos que afectan el destino del petróleo: gracias a las nuevas instalaciones y métodos de laboratorio, se han logrado avances significativos en la medición de la distribución del tamaño de las gotas para la ruptura de chorros de petróleo y la dispersión de petróleo flotante. Estos datos pueden utilizarse para desarrollar y probar modelos de distribución del tamaño de las gotas de petróleo; sin embargo, dado que los experimentos de laboratorio a escala reducida no se ajustan al espacio de parámetros a escala de campo, los datos a escala de campo para la rotura y dispersión de petróleo y gas siguen siendo una necesidad importante. Los experimentos que utilizan SSDI son, en particular, importantes para evaluar la mezcla de dispersantes a escala de campo, ya que el petróleo tratado a escala de campo se encuentra más fuera del rango de parámetros de las mediciones existentes que los vertidos sin tratar.
5.2 Reacciones químicas que afectan el destino del petróleo: con la renovada apreciación de la fotooxidación como un proceso significativo que afecta la química del petróleo, se necesita más investigación para centrarse en las interacciones de los productos fotoquímicos con las propiedades físicas y químicas del petróleo, su comportamiento en la columna de agua y en las costas (p. ej., emulsificación y adherencia a superficies minerales) y su efecto en la biodegradación. Se deben examinar el destino y los efectos de los hidrocarburos oxigenados, en especial, en las regiones costeras, así como el efecto de la adición de dispersantes superficiales o subterráneos sobre la fotooxidación y procesos posteriores, como la formación de nieve marina de petróleo.
5.3 Efectos biológicos en el destino del petróleo: la biodegradación aeróbica de los componentes del petróleo se ha estudiado de manera exhaustiva durante décadas, pero el alcance y la cinética de la biodegradación anaeróbica de hidrocarburos, pertinentes para los sedimentos del fondo marino y estuarinos, así como para los sedimentos costeros de grano fino, son menos conocidos. Además, se desconoce cómo se manifiesta en el sitio el fenómeno de la “fase de latencia”, que con frecuencia se observa en estudios de laboratorio sobre biodegradación anaeróbica; esto afectaría la escala temporal de la atenuación natural en sitios anaeróbicos. Por lo tanto, se necesita más investigación para comprender mejor la cinética y el alcance de la biodegradación anaeróbica del petróleo en el mar como componente de la evaluación de la atenuación natural.
Un factor físico poco estudiado es la alta presión hidrostática, en especial, cuando se combina con baja temperatura y nutrientes limitados, como en los sedimentos de las profundidades marinas, donde es probable que afecte la persistencia del petróleo sedimentado y enterrado. Debido a que tales condiciones son difíciles de lograr en el laboratorio, se necesitan avances tecnológicos para realizar experimentos en el sitio o recolectar muestras de las profundidades marinas y posteriormente manipularlas en el laboratorio sin despresurizarlas.
El efecto de la adición de dispersantes químicos en la biodegradación del petróleo ha sido controvertido en la literatura, debido, al menos en parte, a las diversas condiciones de laboratorio que no imitan las circunstancias de respuesta a derrames en el sitio. Esta controversia debería abordarse mediante la adopción de las mejores prácticas para
el diseño de experimentos pertinentes para las condiciones de derrame bajo las cuales se podría utilizar dispersante, como la idoneidad del tipo de petróleo evaluado para la dispersión, el estado meteorizado del petróleo, la concentración de petróleo, la relación dispersante-petróleo y la energía de mezcla aplicada.
La MOSSFA fue reconocida como un mecanismo de transporte significativo para el petróleo derramado durante el evento de DWH (y posiblemente, en retrospectiva, durante el derrame de Ixtoc I). Sin embargo, aún no se han documentado casos paralelos de sedimentación y floculación extrema de nieve marina fuera del golfo de México. Las posibles razones para la observación, actualmente novedosa, de DWH incluyen las siguientes: (1) DWH fue un derrame de gran volumen en alta mar en aguas con menores concentraciones de partículas minerales en suspensión que los derrames previos, más comunes cerca de la costa, de menor volumen y con mayor cantidad de partículas en suspensión; (2) la respuesta de DWH involucró una magnitud sin precedentes de SSDI; y (3) en las décadas recientes, avances significativos en técnicas e instrumentos de muestreo y control de campo (p. ej., trampas de sedimentos o trampas interceptoras de partículas, muestreo de núcleos de sedimentos superficiales no perturbados e imágenes submarinas) han proporcionado medios para observar la ocurrencia de nieve marina de petróleo (marine oil snow, MOS). Será importante aprovechar el potencial de estas técnicas e instrumentos para futuros derrames de petróleo en áreas donde la nieve marina es un fenómeno natural que podría provocar eventos de MOSSFA. La presencia de nieve marina natural (sin petróleo) en ecosistemas marinos sugiere que la MOS y la MOSSFA podrían ser importantes en otros lugares, aunque es necesario determinar la función combinada de la liberación de petróleo en las profundidades marinas y la implementación de SSDI en el fomento de otros eventos de MOSSFA. Dado que la formación de MOS implica procesos físicos, químicos y biológicos (p. ej., evaporación, adsorción y reacciones enzimáticas), dicho estudio debe ser interdisciplinario. La observación de los “derrames de oportunidad” debe incluir mediciones de la abundancia de MOS y considerar la contribución de MOSSFA a la sedimentación del petróleo. Si son globalmente significativos, los modelos de balance de petróleo deben incorporar términos de MOSSFA.
El proceso de atenuación natural implica que no se requiere ninguna intervención para que la microbiota nativa biodegrade el petróleo en el sitio. Sin embargo, es necesario continuar la investigación para evaluar la eficienci y el alcance de la atenuación natural de diversas mezclas de hidrocarburos y productos de respuesta en diversos entornos (p. ej., en aguas árticas frente a aguas templadas, a diferentes profundidades de la columna de agua, en diversos tipos de costas y sedimentos bentónicos). Dichas investigaciones proporcionarán una mejor comprensión de la aplicabilidad de la atenuación natural en diferentes escenarios y generarán datos adicionales para evaluar el destino del petróleo y su potencial de biodegradación.
El poder de las técnicas ómicas aún no se ha implementado por completo en la investigación de derrames de petróleo, pero podría contribuir a los estudios de referencia, la predicción del potencial de atenuación natural y el control de las trayectorias de biorremediación. Se necesita una investigación considerable para traducir los datos ómicos en información significativa como herramienta de biorremediación para modelar el destino del petróleo y controlar el progreso de la atenuación natural.
5.4 Destino del petróleo en sitios remotos: Algunos ecosistemas han sido poco estudiados debido a su inaccesibilidad, como el Ártico y las profundidades marinas, debido a las dificultades técnicas de la investigación en el Ártico. Aquí existe una necesidad crítica de investigación para recopilar nuevos datos que validen los algoritmos de transporte de petróleo en el hielo, correlacionar las predicciones de los modelos de evolución del hielo con los mecanismos que controlan el destino y el transporte del petróleo, desarrollar nuevos modelos de interacción del petróleo con el hielo más orientados a los procesos y proponer sistemas de observación que puedan utilizarse durante la respuesta a derrames de petróleo para recopilar los datos necesarios para realizar predicciones precisas del destino y la trayectoria del petróleo. Las interacciones del petróleo con el hielo son complejas y determinar cómo se dispersa el petróleo bajo una cobertura de hielo parcial o total sigue siendo un desafío importante para predecir las trayectorias del petróleo durante la respuesta. La nueva instalación de mesocosmos océano-hielo marino en la bahía de Hudson brindará oportunidades para estudiar estos procesos. Además, la aplicación de técnicas ómicas a las regiones marinas polares se ha quedado rezagada con respecto a los estudios de entornos marinos templados y se necesitan más investigaciones para comprender mejor las respuestas del ecosistema ártico al petróleo. Una mejor comprensión de la relación entre la cinética
de biodegradación del petróleo y la temperatura beneficiaría tanto a los estudios en el Ártico como en las profundidades marinas.
5.5 Comportamiento y destino de los petróleos nuevos o no convencionales: se prevé que dos clases de petróleos no convencionales se transporten por buque en volúmenes cada vez mayores durante la próxima década: productos bituminosos diluidos, LSFO y VLSFO. Si bien se han realizado algunas investigaciones sobre el potencial de inmersión y hundimiento del dilbit en diversos entornos, aún no se ha producido un derrame marino importante de esta mezcla de dos componentes, y el destino del diluyente frente al dilbit meteorizado justifica una mayor experimentación a cielo abierto a gran escala para comprender mejor su posible comportamiento y destino. Se sabe que las nuevas clases de combustible marino obligatorio presentan una composición muy variable, pero actualmente se sabe muy poco sobre la evaporación, la gelificación, la dispersión, la adherencia a la costa, etc. Dado que los combustibles se utilizarán a nivel mundial, es esencial realizar experimentos de laboratorio en el sitio en diferentes condiciones medioambientales para aumentar el conocimiento y la concienciación sobre su posible destino.
Una tercera clase posible son los biocombustibles, que no se han analizado de manera amplia en este informe, pero que podrían convertirse en un combustible importante para el transporte. Dentro de esta amplia categoría de combustibles, el destino de los componentes individuales podría inferirse a partir de otros conocimientos, pero actualmente se sabe poco sobre su destino compuesto en el mar.
5.6 Refinamiento de los modelos de comportamiento y destino del petróleo: a medida que mejora nuestra comprensión del destino y el transporte del petróleo en el mar, también surge la necesidad de convertir nuestros nuevos conocimientos en algoritmos operativos para el modelado del destino y la trayectoria del petróleo, lo que incluye la necesidad de desarrollar nuevos algoritmos de modelado, incorporarlos a los modelos y validar sus predicciones, idealmente utilizando observaciones en el sitio. Algunos de los nuevos conocimientos que se están desarrollando actualmente o que aún deben parametrizarse para los modelos de derrames de petróleo incluyen la fotooxidación, las MOSSFA, los efectos de la temperatura en la cinética de la biodegradación y la biodegradación anaeróbica, entre otros. También existe una necesidad actual de integrar los modelos de derrames de petróleo con el gran flujo de datos de observación que pueden formar parte de una respuesta a un derrame.
6.1 Filtraciones naturales: al ser hábitats relativamente poco estudiados, se necesita investigación para aumentar nuestra comprensión de las comunidades quimiosintéticas únicas cerca de las filtraciones naturales, en especial, en las zonas marinas más profundas, para identificar nuevas especies o vías bioquímicas y la quimiosíntesis, para identificar bacterias que puedan ser útiles en la respuesta a derrames de petróleo (es decir, degradadores de petróleo) y para comprender cómo los organismos y las comunidades responden a la presencia de petróleo.
6.2 Nieve marina de petróleo: es necesario continuar la investigación sobre la formación de MOS con respecto a sus influencias en los procesos de degradación del petróleo y el destino final de los hidrocarburos, como el flujo a través de la columna de agua, las interacciones con los organismos de la columna de agua y las comunidades biogénicas de las profundidades marinas a corto y largo plazo.
6.3 Técnicas de evaluación: las posibles áreas de investigación serían el desarrollo de sensores para hidrocarburos de petróleo y el análisis de imágenes de plancton en el sitio, así como vehículos submarinos autónomos para la determinación de los efectos en la columna de agua.
6.4 Salud del ecosistema de las marismas: los protocolos de evaluación de daños a los recursos naturales de las marismas después de la exposición a un derrame de petróleo deberían incorporar medidas adicionales de la salud de las marismas, incluida su integridad estructural. La investigación sobre otras medidas o el desarrollo de avances tecnológicos (p. ej., sistemas portátiles de fotosíntesis para el intercambio de gases y mediciones de la fluorescencia de la clorofila en plantas) también pueden generar indicadores representativos más universales.
El estudio a largo plazo con múltiples características integradas del ecosistema de marismas indica la necesidad de que este tipo de estudios integre los múltiples aspectos de la contaminación, la ecología de las
marismas, la estructura trófica, la dinámica depredador-presa, la comprensión de los microhábitats dentro de la marisma y un enfoque integrado que abarca desde la genética y las respuestas enzimáticas hasta los efectos en los ecosistemas.
6.5 Vertebrados marinos: se necesitan estudios centrados en una mejor estimación de la mortalidad de aves marinas, mamíferos marinos y tortugas marinas durante futuros derrames de oportunidad. Estos estudios deben incluir métodos de muestreo que permitan la estimación de intervalos de confianza estadística, además de estimaciones puntuales de, por ejemplo, el número de animales muertos.
6.6 Corales: se deben estudiar los numerosos factores de estrés ambiental y de salud de los corales, junto con investigaciones adicionales sobre la sensibilidad de las especies y las etapas de vida, para comprender mejor el impacto del petróleo en estos importantes ecosistemas de arrecifes de coral.
Los estudios de corales mesofóticos y de las profundidades marinas destacan la necesidad de estudios de referencia previos sobre la salud de los ecosistemas bentónicos, junto con estudios de seguimiento a largo plazo sobre la recuperación, el retraso en la mortalidad y el continuo deterioro de la salud de estas especies, en especial, dado su lento crecimiento y menor selección, en comparación con otras especies marinas y, por lo tanto, su potencial para un período de recuperación prolongado.
6.7 Efectos en los ecosistemas: una mejor comprensión de la estructura trófica en los sistemas marinos podría lograrse mediante un diseño experimental que incorpore poblaciones, interacciones tróficas comunitarias, múltiples factores de estrés e interrelaciones que permitan anticipar los efectos indirectos o en cascada de un derrame de petróleo. Los estudios de campo que incorporan todas estas características podrían no reproducir la complejidad de un ecosistema marino, pero los modelos podrían proporcionar una base para una mayor exploración.
La incorporación de observaciones y experimentos a más largo plazo que incluyan componentes de mayor nivel organizacional e interacciones tróficas debería ser financiada por las agencias y las partes responsables correspondientes. Para estos fines, las agencias competentes deben fomentar y apoyar las iniciativas para desarrollar atlas ecológicos de recursos marinos que identifiquen áreas ecológicas y hábitats de especial
importancia para especies amenazadas o en peligro de extinción, similares a los desarrollados por Audubon, Oceana y otras organizaciones ambientales no gubernamentales para el Ártico de Alaska. Estos atlas podrían servir para extender a las aguas costeras el enfoque del Índice de Sensibilidad Ambiental que se utiliza en la actualidad para las costas.
6.8 Caracterización de la contaminación por petróleo en la costa: una comparación de las categorías de contaminación por petróleo de la técnica de limpieza y evaluación de costas (Shoreline Cleanup and Assessment Technique, SCAT) con la caracterización química de los hidrocarburos beneficiaría los estudios de campo posteriores y la comparación de los resultados de los efectos, basados principalmente en las categorías de la SCAT de cuatro niveles. Además, el uso de métodos de muestreo estadísticos para estimar los límites superior e inferior de la extensión e intensidad de la contaminación por petróleo en la costa, lo que incluye estimaciones de petróleo subterráneo, permitiría realizar comparaciones significativa entre períodos de muestreo para estimar las tendencias temporales de la persistencia del petróleo.
6.9 Fotooxidación: se debe evaluar la toxicidad de los productos fotooxidados de los compuestos que se disuelven del petróleo en el agua de mar para determinar su contribución a los efectos de toxicidad aguda y crónica en los organismos de prueba. Se necesitan más estudios para caracterizar la gama de productos de fotooxidación producidos por diversos petróleos y evaluar su persistencia, bioacumulación y toxicidad para organismos de prueba de toxicidad estándar. Se deberían incluir en estos estudios organismos adicionales y numerosos estadios de vida.
Se necesita más investigación sobre la radiación ultravioleta (UV), las temperaturas elevadas y la disminución del pH para evaluar de forma completa los efectos de estos factores conjuntos y las condiciones climáticas cambiantes en la toxicidad y el impacto de la contaminación por petróleo en los ecosistemas expuestos.
6.10 Efectos del petróleo en el comportamiento: al ser un efecto relativamente poco estudiado, se necesita investigación para evaluar con mayor profundidad los efectos de la exposición al petróleo en las respuestas conductuales de los organismos.
6.11 Estudios y modelos de toxicidad:
6.12 Seguridad de los mariscos:
6.13 Respuesta de la comunidad costera: los programas para mejorar la resiliencia comunitaria en respuesta a futuros derrames de petróleo deben adaptarse a las comunidades en riesgo. Se necesita apoyo para iniciativas de investigación en ciencias sociales que incorporen la comprensión de la amplia gama de factores locales como base para la preparación ante el próximo derrame de petróleo u otros desastres. La EPA y otras agencias deben incorporar los hallazgos existentes y nuevos en la planificación ante desastres (p. ej., Handbook on Area Contingency Planning [Manual de planificación de contingencias para áreas] de la EPA, que actualmente no considera la salud comunitaria).
6.14 Seguimiento de estudios epidemiológicos: en los estudios realizados con personal de respuesta se ha observado una asociación a largo plazo entre los efectos cardiovasculares y del sistema nervioso central a niveles de exposición a hidrocarburos de petróleo que son órdenes de magnitud inferiores a las exposiciones que actualmente se permiten para los trabajadores. Parece poco probable que esta asociación sea causal en ausencia de tales hallazgos en fuerzas laborales bien estudiadas expuestas a niveles más altos durante períodos más largos, pero no debería descartarse sin un seguimiento riguroso adicional.
6.15 Salud maternoinfantil: la relativa ausencia de trabajadoras en la industria petrolera en el pasado ha limitado la disponibilidad de información sobre los posibles impactos en la salud maternoinfantil. Se debe realizar un seguimiento a largo plazo de cohortes de mujeres embarazadas durante el derrame de petróleo de DWH y de niños de la comunidad. También sería útil aumentar la limitada información toxicológica sobre los posibles efectos reproductivos y de desarrollo de los derivados del petróleo crudo que es posible que lleguen a las comunidades costeras.
Kirsi K. Tikka (Academia Nacional de Ingeniería [National Academy of Engineering, NAE]) (presidenta), compañías marítimas, American Bureau of Shipping (jubilada); Edwin “Ed” Levine, Scientific Support and Coordination, LLC; Akua Asa-Awuku, Universidad de Maryland; Cynthia Beegle-Krause, Fundación para la Investigación Industrial y Técnica (Stiftelsen for industriell og teknisk forskning, SINTEF); Victoria Broje, Shell Projects and Technology; Steven Buschang, Oficina General de Tierras de Texas; Dagmar Schmidt Etkin, Consultoría de Investigación Medioambiental; John Farrington, Institución Oceanográfica Woods Hole; Julia Fought, Universidad de Alberta; Bernard Goldstein (Academia Nacional de Medicina [National Academy of Medicine, NAM]), Universidad de Pittsburgh; Carys Mitchelmore, Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad de Maryland; Nancy Rabalais, Universidad Estatal de Luisiana; Scott Socolofsky, Universidad Texas A&M; Berrin Tansel, Universidad Internacional de Florida; Helen K. White, Haverford College; y Michael Ziccardi, Universidad de California, Davis.
PERSONAL DEL ESTUDIO: Kelly Oskvig, directora del estudio; Megan May, ejecutiva adjunta de programas; Kenza Sidi-Ali-Cherif, asistente de programas; Grace Callahan, asistente de programas; Nancy Huddleston, directora de comunicaciones y medios; Solmaz Spence, especialista en comunicaciones; Paige Nankey, asociada de comunicaciones.
El estudio fue patrocinado por el Instituto Estadounidense del Petróleo, la Oficin de Administración de la Energía Oceánica, la Oficina de Seguridad y Control Medioambiental, el Departamento de Pesca y Océanos de Canadá, la Iniciativa de Investigación del Golfo de México y el Fondo del Círculo de Presidentes de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina. Las opiniones, los hallazgos, las conclusiones o las recomendaciones que se expresan en esta publicación no reflejan necesariamente los puntos de vista de ninguna organización o agencia que haya otorgado su apoyo al proyecto.
Este folleto fue preparado por las Academias Nacionales con base en el informe del comité. Para obtener más información o copias, visite la Junta de Estudios Oceánicos en http://nationalacademies.org/osb.
El folleto y Petróleo en el mar, IV edición: entradas, destinos y efectos están disponibles en Prensa de las Academias Nacionales en http://nap.nationalacademies.org.
La Academia Nacional de Ciencias se estableció en 1863 mediante una ley del Congreso, firmada por el presidente Lincoln, como una institución privada no gubernamental para asesorar a la nación acerca de temas relacionados con la ciencia y la tecnología. Sus miembros son elegidos por sus pares por sus destacadas contribuciones a la investigación. Su presidenta es la Dra. Marcia McNutt.
La Academia Nacional de Ingeniería se estableció en 1964 en virtud del estatuto de la Academia Nacional de Ciencias para llevar las prácticas de la ingeniería para asesorar a la nación. Sus miembros son elegidos por sus pares por sus extraordinarias contribuciones a la ingeniería. Su presidente es el Dr. John L. Anderson.
La Academia Nacional de Medicina (anteriormente, el Instituto de Medicina) se estableció en 1970 en virtud del estatuto de la Academia Nacional de Ciencias para asesorar a la nación acerca de cuestiones médicas y de salud. Sus miembros son elegidos por sus colegas por sus destacadas contribuciones a la medicina y la salud. Su presidente es el Dr. Victor J. Dzau.
Las tres Academias trabajan juntas como las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina para brindar análisis y asesoramiento independientes y objetivos al país, así como para realizar otras actividades que permitan resolver problemas complejos e informar las decisiones de política pública. Las Academias Nacionales también fomentan la educación y la investigación, reconocen las contribuciones destacadas al conocimiento y aumentan la comprensión del público de asuntos relacionados con la ciencia, la ingeniería y la medicina.
Obtenga más información sobre las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina en www.nationalacademies.org.